He cambiado la Smart TV por un proyector de tiro corto durante un mes ¿volveré?

2022-09-10 06:07:04 By : Ms. Alice Meng

El “cine en casa”, es una aspiración que tienen muchos pero que es difícil de conseguir. Los más puristas indican que no hay nada como ver la proyección en la pantalla y otros que aman la inmensa calidad que ofrecen las pantallas LED actuales. Sin entrar a valorar qué es mejor o peor, hemos hecho la prueba de cambiar durante un tiempo la televisión del salón por un proyector de tiro corto. Y estas han sido nuestras sensaciones.

Para la ocasión, de lo que nos despedíamos era de una pantalla de 55” 4K OLED, quizás el estándar que más se repite en cada casa y nos encontrábamos con un salón en el que, como en la mayoría, no es ni estético ni práctico colgar un proyector del techo.

Es por ello que recurrimos a algo que está cada vez más de moda y, apostamos, a que podréis ver cada vez más en cada casa, un proyector de tiro corto. Estos dispositivos nos permiten colocar el sistema al lado de la pared que vamos a usar para proyectar la imagen. Es una forma para que toda la estancia, a efectos de decoración, de un vuelco total ya que desaparece ese “tótem” que es la Smart TV que se convierte siempre en el centro sobre el que gira toda la habitación y que muchos aficionados al interiorismo odian profundamente.

En la siguiente imagen podéis ver una simulación del espacio que se libera en un mueble al cambiar el televisor antes mencionado por el proyector.

Para la ocasión, nos ha cedido una unidad Viewsonic de su excelente modelo X1000-4K, un equipo con calidad 4K y, sobre todo, que viene acompañado de una barra de sonido Harman Kardon de 40 W, una potencia que ya avanzamos es de lo mejor que hemos probado.

No queremos que esto sea una “review” del producto de esta marca, pero sí daros algunas pinceladas del equipo para mostrar como en un dispositivo de estas características no nos perdemos ninguna de las posibilidades que tenemos en un televisor convencional.

Tenemos un producto que tiene 757 mm de ancho, bastante menos que cualquier televisor, por una altura de 169mm y, ahí es donde viene el “grueso”, una profundidad de 291 mm. Para haceros una idea de cómo podría quedar en vuestra casa, lo hemos colocado en la mejor “medida” que hay actualmente, la archiconocida y best-seller de IKEA, la estantería Kallax que tantos y tantos tienen en sus salón y habitaciones.

Dentro de las características de este Viewsonic X1000-4K, nos encontramos conexiones como 3 puertos HDMI 2.2, 2 USB (3.0 y 2.0), 1 USB-C, salida/entrada en línea de audio, así como conexión para subwoofer – y de esta forma contar con un sistema de sonido 2.1 junto a la barra integrada – y salida óptica de audio, conectividad Wifi, Bluetooth y Ethernet.

Con un peso de algo más de 9 kilos, lo especial de este producto es que cuenta con una lámpara de 2400 Ansi Lúmenes y más de 30.000 horas, nos permite contar con una pantalla de hasta 100 pulgadas a 38 centímetros de distancia.

Y es que hay que tener claro que no podemos poner un proyector en cualquier pared o casa. Si tenéis el famoso “gotelé”… además del proyector os hará falta una buena pantalla ya que el resultado, como podéis comprobar a continuación, es un desastre.

Y, por cierto, para aquellos “manitas” que crean que se puede solucionar con una sábana y cuatro chinchetas, tenemos malas noticias. Se necesita una superficie lisa y tersa, aunque gracias a un proyector de última generación como es el de Viewsonic se pueden llegar llegar a conseguir resultados bastante aceptables, no será nunca del todo “pro”.

También tenéis que tener en cuenta es contar con una pared que esté realmente lisa. Si por alguna causa tiene alguna curvatura, aunque no se aprecie a simple vista, se verá en cuanto proyectéis en la pared en forma de bordes que dejarán de ser lisos. Recalcamos, no es culpa del dispositivo, es que tenéis que adaptar bien vuestro salón antes de disfrutarlo.

Pero vamos a entrar ya en la parte interesante ¿se nota cambiar de una Smart TV a un proyector en el día a día? Pues sí, y mucho. Primero porque podemos pasar de esto:

Podemos tener el tamaño de pantalla que queramos. Con el proyector pegado a la pared se consiguen unas 55″ pero con separar apenas 10 centímetros más el proyector de la pared, alcanzar hasta 100 pulgadas. Y como quizás en las imágenes arriba no se aprecia, el detalle puede ser increíble a todos los tamaños:

Vamos a empezar a desterrar algunos mitos que, por otra parte, es difícil de ilustrar en imágenes ya que una buena toma requiere de un ambiente iluminado. Es por ello que os queremos avanzar que las fotos que podéis ver a continuación – que son todas reales, no hay montaje ni trampa o cartón – tienen ese problema: si queríamos que se viera la proyección hay que bajar la iluminación alrededor, y viceversa.

Os podemos asegurar que podréis utilizar el proyector, si tiene cierta calidad como el que hemos tenido nosotros para la prueba, durante todo el día sin tener que estar a oscuras o con las persianas bajadas. Con ellas a media altura, se consigue ya una penumbra en la que la calidad de la imagen es excelente y altamente disfrutable. Y no sólo para haceros una maratón de Netflix, HBO y demás – por cierto, el Viewsonic cuenta con acceso a Aptoide para descargar todas las apps de cualquier plataforma de contenidos sin problemas -, sino también, como veremos más adelante, para echarnos unas partidas a la consola.

Cabe destacar que, por la noche, evidentemente, es cuando más se disfruta y se agradece un proyector en lugar de una pantalla. Con la vista cansada de todo el día, los ojos agradecen – y mucho – el que lo que tenemos ante nosotros no emita luz, sino que la refleje. Siendo mucho más agradable y menos cansado la experiencia ante la pantalla. Pero no sólo de ver películas y series vive el “homo digitalus”. Cómo habéis podido suponer si tenéis el ojo entrenado, hemos conectado también una videoconsola al sistema y los resultados no podrían ser mejores.

Sin lag, sin retardo, y… ahí va un pequeño truco que no se puede tener con una Smart TV, podemos hacer “crecer” en pulgadas la pantalla solo con separar unos centímetros de la pared el proyector para disfrutar aún más… pero también, adaptarlo a un espacio más pequeño en el que un televisor lo único que hace es molestar (especialmente interesante en habitaciones más pequeñas).

Pero sin duda, algo que nos ha enamorado, en particular, de este producto que hemos podido probar y que mejora la experiencia cinematográfica “casera” es el sonido. Es difícil describir en palabras cómo suena la imagen a continuación, donde el mítico Master of Puppets de Metallica protagonizaba una de las escenas más icónicas que ya tiene la serie Stranger Things de Netflix.

Es algo también a valorar, sobre todo en las calurosas noches de verano. Mover una tele a cualquier otra sala de la casa es un calvario… pero un proyector, incluso uno tan grande como de Viewsonic, cuesta mucho menos.

En apenas unos minutos si tenemos algo de maña, podemos tener montado un “cine de verano”, por ejemplo, en casi cualquier terraza porque, de nuevo, hablamos de un proyector de tiro corto lo que hace que no haga falta tener mucha distancia a la pared para disfrutar de esta experiencia. Otro ejemplo, nos lo podemos llevar a cualquier habitación, por ejemplo, la de los más pequeños y montar una sesión “Disney” en cualquier fiesta de pijamas.

Desafortunadamente, la experiencia ha sido sólo de unas semanas. Pero de lo que no tenemos duda, o al menos el que suscribe, es que cuando llegue la hora de “jubilar” a la tele del salón hay muchas posibilidades de que en su lugar llegue a casa un producto como el Viewsonic X1000-4K. No sólo porque la calidad de imagen es excelente sino porque una vez que se prueba el verdadero “cine en casa”, es difícil no enamorarse de la experiencia.

Y por último ¿recomendaríamos este proyector en concreto? Sin ninguna duda, no sólo por la calidad de la imagen sino por su brutal sonido. Pocos – o más bien muy pocas – televisores suenan igual si no tenemos un sistema de sonido conectado.

Es un producto que, aunque tiene unas generosas dimensiones, podemos transportarlo sin problemas a cualquier estancia de la casa ya que, en realidad, solo tiene un cable y pegarlo a cualquier pared para poner ahí la pantalla hace que puedas montar, como hemos dicho, desde un cine de verano a una sesión de cine infantil en la habitación de los peques. Por otra parte, permite cambiar totalmente la concepción de la distribución del salón, sin necesidad de que gire en torno a donde pones la TV. Y finalmente, podemos adaptarlo a cualquier vivienda – y si estás de alquiler, unas veces tu TV es demasiado grande y, en otras, pequeña – porque al ser de tiro corto no hay problema con la distancia al sofá.